Autoemail

25 de abril de 2020

Poco acostumbrado como estaba al manierismo fariseo de los políticos nicas, he sido de un tiempo acá tan ingenuo como hacía falta para intentar aferrarme a lógica y datos, y expresarme sin miedo y de la forma más precisa de que soy capaz. Amigos, por una razón, y enemigos, por otra, me han dicho que esta postura es peligrosa. Pero ya no hay marcha atrás. Vivo el derecho a ser libre, y el privilegio de que mi seguridad y mi sustento no dependan de las mafias que en Nicaragua compiten por el poder a espaldas de la ciudadanía. De todos modos, no quiero [es un lujo que no puedo darme] un puesto público, y por tanto no tengo necesidad de padrinos políticos ni votos. Así que continuaré hablando como puede hacerlo–sin que nadie tenga derecho de atajarlo–cualquier ciudadano; mejor dicho, cualquier ser humano, de los que no escogen decir las cosas a medias por si acaso necesitan después beber de aquellas aguas. Me perdonan los delicados señores de la política si algunas de mis afirmaciones—que creo ciertas y presento con la mejor voluntad—incomodan su rutina.

*Image by Dorota Wrońska from Pixabay

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Blog de WordPress.com.

Subir ↑

A %d blogueros les gusta esto: