Para un caso estudio de la psicología social del caudillismo, dejo aquí, en cita textual, la declaración escrita que publicó un adulador del actual Presidente de los Estados Unidos de América en las redes sociales.
Fíjense bien en la palabra que el autor del comentario parece considerar más importante que el resto, al punto de resaltarla por encima de su histeria elevando el grito a mayúscula:
«…es prepotente , es orgulloso , pero es muy inteligente, tiene un tremendo equipo, analiza, cambia, avanza!!! No se estanca ni estanca al país. …que si se equivoca, posiblemente si. Pero enmienda, dirige, MANDA. Es el hombre más poderoso de las naciones del mundo!»
Si en algo coinciden estos borregos y su «pastor», («¡el hombre más poderoso de las naciones del mundo!») es que para ambos el Poder es su Dios. De hecho, los borregos llegan a ver al pastor como una encarnación de ese Dios, su mesías, su enviado. De hecho, en Estados Unidos, en este año 2020 de pandemia y absurdo, uno encuentra con frecuencia ulcerativa referencias al caudillo Republicano que lo alaban como «ungido».
Esa es la iglesia del fascismo, siempre y en todo lugar. Y no digo fascismo a la ligera. Hay distintos tipos de autoritarismos. El del actual Presidente es fascista. Vayan a la historia y encontrarán que la religión del Poder, tal y como exhibe la declaración que cito, lo distingue.
[Image by Gerd Altmann from Pixabay]
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