December 28, 2018
Estimado amigo, en esto no estamos de acuerdo, lo siento. Yo he leído la Biblia, y tuve educación católica toda mi niñez, adolescencia, y hasta la universidad; he leído también tratados de teología, encíclicas y muchos estudios sobre la religión.
En ninguno de ellos dice que el Papa sea incriticable, que esté fuera de cuestionamiento.
La Iglesia misma no lo cree, o no existiría, por ejemplo, el Colegio de Cardenales, ni la Ley Canónica, ni hubieran sentido necesidad de elaborar el tema de Ex Cathedra. Este Papa, en particular, ha pedido crítica, para debilitar lo que ha llamado clericalismo.
Es decir, ni siquiera «me paso» de los límites establecidos por la misma Iglesia.
Aunque tampoco estaría dispuesto a detenerme, antes de cruzarlos, si la razón y mi conciencia me lo dictan.
No sería la primera vez que un crítico de la jerarquía eclesiástica está del lado de la verdad y las autoridades oficiales del errado.
Si actuáramos con el freno que vos recomendás, no tendríamos ciencia ni democracia en occidente, sino fundamentalismo y teocracia. Mirá lo que les ha ocurrido a la mayoría de las sociedades del mundo árabe-islámico, para ver hasta dónde podemos llegar con una actitud así. El mundo árabe fue en su momento el del arte y de la ciencia, el de los inventos. Era como el Occidente de nuestra era, como los Estados Unidos, originando incluso palabras para las cosas nuevas. Así como del occidente moderno viene “Internet” y “Selfi”, de los árabes vino “Álgebra” y “Ajedrez”. Hoy en día el fundamentalismo y la teocracia justifican la opresión y el anquilosamiento en esos países. La crítica es tabú, y la crítica religiosa es herejía.
Por otro lado, el Jesús de la Biblia no dio un ejemplo de sumisión ciega ante la Iglesia, sino lo contrario: precisamente el gran drama de su enfrentamiento a la autoridad es su desafío a la iglesia de la cual él, su familia y su pueblo eran parte.
Además, en este 2018 ya tenemos bastantes siglos y bastante conocimiento como para deificar a ningún ser humano, sea quien sea, incluso—o especialmente—si se trata de un Papa. Entre los Papas se ha visto de todo, como entre el resto del mundo, desde santos hasta asesinos, pasando por encubridores de abusos de todo tipo, y dadores de títulos tales como «Majestades Católicas» a individuos de moralidad pervertida, maquiavélica. Evidentemente que no todo lo que hacen (ni todos los que hacen) viene del mal. Pero para que una institución sea respetada y cumpla la misión que anuncia, tiene que entrar por todas las ventanas la luz de la verdad y eso no es posible si la crítica es herejía, o si “se pasa” quien la ejerce.
No se le hace un favor al catolicismo—ni a nadie, ni a ninguna institución, ni a ningún grupo humano– al exigir silencio.
Y mucho menos a Nicaragua, donde ya de por sí tenemos un problema de autoritarismo y donde necesitamos aprender que todo es discutible, que todos los seres humanos son libres para discutirlo todo, y que ninguno “se pasa” al hacerlo.
Abrazos,
Ciudadano X
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